- Nivel: Para todos
- Duración de la lectura: 7 minutos
A continuación trataremos:
- Pensar en lo que realmente te gusta
- 1. El ahorro es lo primero
- 2. Huchas, dinero debajo del colchón y similares
- 3. Consultar con la almohada
- 4. Calcular el precio con impuestos incluidos
- 5. Conseguir una oferta mejor
- 6. Trucos para la cesta de la compra
- 7. Limpieza de subscripciones
- 8. El reto de «reducción de marcha»
- 9. Obtener ayuda
- 10. Liquidar deudas con intereses elevados
- 11. Tomar el control
Pensar en lo que realmente te gusta
Marie Kondo se hizo famosa pidiéndonos que guardáramos solo las cosas que «despiertan alegría». Esto también se puede aplicar al ahorro de dinero. No tiene sentido eliminar las cosas que hacen que la vida merezca la pena. Pero la inmensa mayoría de nosotros perdemos dinero en cosas que realmente no nos importan. ¿Por qué? Porque la vida es ajetreada y compleja, y a menudo no tenemos tiempo suficiente para pensar bien las cosas. Debemos centrar nuestra atención en los gastos superfluos. El lema sería: gasta solo en cosas que realmente valores. Saca los extractos de tu tarjeta de crédito o débito y de tus cuentas bancarias y piensa de qué puedes deshacerte:- Cosas que no merecen la pena
- Objetos que no echarías de menos si desaparecieran
- Bienes y servicios que puedes comprar o sustituir por otros más baratos sin que esto afecte a tu nivel de satisfacción
- Productos que puedes comprar con menos frecuencia
- Cosas que crees que deberías tener pero que, en el fondo, sabes que no quieres o no necesitas
1. El ahorro es lo primero
Decide cuánto quieres ahorrar y transfiérelo inmediatamente a tu plan de inversión de ETF al día siguiente de cobrar. De esta manera, estás priorizando el ahorro. Prueba con una pequeña cantidad al principio, para ir probando. Sin embargo, lo mejor de esta técnica es que la mayoría de la gente no tiene la sensación de gastar menos. Desde el punto de vista emocional, uno se adapta automáticamente a su nuevo gasto mensual, mientras que una parte del dinero se destina a crear riqueza en la cartera. Si no lo has intentado todavía, puede que te parezca poco factible, pero realmente funciona. En algunos momentos de nuestra vida hemos gastado mucho menos y éramos capaces de hacerlo. La adaptación hedonista implica que el gasto adicional apenas tiene impacto en nuestra felicidad al cabo de poco tiempo. Con mayores posibilidades, nuestros deseos aumentan. Sin embargo, el mismo efecto hedónico funciona también a la inversa y de esta manera, tampoco sientes tanto el impacto aunque desvíes más dinero a tus inversiones. Lo más probable es que te sientas más optimista porque estás siendo proactivo frente al reto de hacer crecer tu patrimonio. Otro truco útil para ahorrar: no te gastes los aumentos de sueldo ni las primas, inviértelos. Si eso suena demasiado complicado o duro, gasta la mitad y ahorra la otra mitad. De cara a ahorrar, esta técnica puede ser muy efectiva.2. Huchas, dinero debajo del colchón y similares
Este método funciona de maravilla para algunas personas. La idea es que dividas tus ingresos mensuales en distintos fondos que te permitan gastar de forma más consciente. Una hucha cubre todas las facturas del hogar. Otra hucha es para afrontar los gastos de comer fuera. Hay otra para los viajes y los demás gastos principales y, naturalmente, también hay una hucha para los ahorros. Existen algunas aplicaciones innovadoras que automatizan este proceso. Esta técnica funciona muy bien, ya que los gastos básicos están resueltos desde el principio. Pero una vez que se ha vaciado la hucha para "comer fuera" del mes, la mayoría de la gente acepta que ha llegado al límite y que ya no puede gastar más en ese concepto. Es decir, no requieren de otras huchas para financiar otra salida. Los economistas conductuales han observado este efecto de autodisciplina y lo denominan contabilidad mental. Se puede combinar con la regla 50/30/20 de la gestión del gasto. Esta regla aboga por utilizar tus ingresos de la siguiente manera:- 50 % en gastos de manutención
- 30 % en diversión
- 20 % en ahorros e inversiones
3. Consultar con la almohada
Si compras muchas cosas por impulso, prueba la regla de las 48 horas. La regla de las 48 horas significa que hay que esperar dos días antes de decidir hacer una compra. Así tendrás la oportunidad de reflexionar sobre la decisión y decidir si te sigue pareciendo «imprescindible» después de un tiempo. La psicología que subyace a los periodos de reflexión es que a menudo compramos cosas en un estado de mayor deseo de consumo. Pero la espera nos permite reconsiderarlo con más calma. De la misma manera que es mejor consultar con la almohada cualquier decisión importante, o no actuar en caliente cuando se discute con alguien. Si sigues queriendo comprar ese producto días después, entonces, cómpralo. Si no, es que no lo necesitabas realmente. Un práctico efecto secundario es que los minoristas online a menudo envían un descuento si se deja artículos en su cesta durante 48 horas o más. Eso es una ventaja si realmente quieres el producto, pero no dejes que la oferta especial te haga caer en algo a lo que de otro modo te resistirías. Los ahorradores más empedernidos utilizan la regla de los 7 días e incluso la de los 30 días. Experimenta para ver qué es lo que más te conviene.4. Calcular el precio con impuestos incluidos
Este truco está diseñado para revelar cuánto tienes que trabajar realmente para poder permitirte algo. Supongamos que quieres comprarte una camiseta por 80 €. Supongamos también que pagas el 50 % en impuestos varios sobre tus ingresos brutos. Eso significa que tienes que ganar 160 € para comprar ese producto. Quizá ahora no resulte una ganga, sino un lujo caro del que puedes prescindir.5. Conseguir una oferta mejor
Cambiar de proveedores te ahorrará mucho dinero en las facturas, sobre todo si no lo has hecho hasta la fecha. Para conseguir un mayor ahorro, busca primero las ofertas líderes del mercado en estos ámbitos:- Internet
- Contrato de móvil
- Seguros
- Televisión de pago
6. Trucos para la cesta de la compra
La comida es una parte tan importante del presupuesto, y las tácticas de los supermercados son tan sofisticadas, que merece la pena convertirse en un comprador más avispado. Los grandes ahorros vienen de eliminar las compras impulsivas y evitar el desperdicio de alimentos. Tus principales aliados en esta batalla son la planificación de las comidas y la lista de la compra. Planificar las comidas facilita saber qué alimentos necesitas realmente para esa semana, con lo que se evita el despilfarro. Ahora todo lo que tienes que hacer es ceñirte a tu lista. Dos consejos:- No compres con el estómago vacío, o caerás en la tentación de coger todo tipo de cosas de las estanterías.
- Si puedes, también puedes usar el servicio de entrega online del supermercado. Así no habrá ninguna posibilidad de que te desvíes de la lista cuando pases por los diferentes pasillos.
7. Limpieza de subscripciones
Las suscripciones se multiplican como setas, así que revísalas todas una vez al año y cancela las que no utilices con regularidad. Revisa tus extractos mensuales para encontrarlas, porque es muy posible que estés pagando por servicios de los que te has olvidado por completo. Si no estás seguro de un servicio, cancélalo. Siempre puedes volver a subscribirte más adelante. Habría que preguntarse lo siguiente sobre las subscripciones que se tienen actualmente:- ¿Puedo compartir el plan con amigos y familiares?
- ¿Tienen un plan más barato que se adapte mejor a mi uso?